Fibromialgia y relación de pareja 

La fibromialgia es un síndrome crónico que se caracteriza por la presencia de un dolor músculo-esquelético generalizado en diversos puntos de presión (Wolfe et al., 2010); ésta provoca cambios significativos en las actividades de la vida diaria, así como en las aspiraciones y las relaciones interpersonales de las personas afectadas por esta condición (Armentor, 2017; Ataoğlu et al., 2017; Bicchieri et al., 2016; Del Pozo et al., 2015; Jiménez et al., 2017; Muller et al., 2017).

Los cambios y adaptaciones ocasionados por la fibromialgia, implica que se acepte, por un lado, que no se tiene el control absoluto de la situación y, por el otro, que aun así se puede construir una vida placentera en donde se sea consciente de las nuevas condiciones físicas de sus cuerpos (Söderberg & Lundman, 2001).

En este proceso de adaptación, el apoyo de la pareja es una parte fundamental para el afrontamiento frente a la nueva situación, pues puede ayudar o empeorar las condiciones de salud física, emocional y mental de la persona que sufre la enfermedad.

Es entendible que al iniciar el proceso de enfermedad las condiciones de la pareja cambien, comenzando con el depender más del otro, la disminución de los espacios de pareja e intimidad y la pérdida de comunicación.

Sin embargo, es necesario entender que el proceso que se está viviendo es un hito más dentro de su relación y que bien puede ayudar a fortalecer el vínculo que han tenido a lo largo de la misma o aumentar algunos conflictos, pero depende de cada pareja cómo lo sobrelleve.

En este sentido, el desarrollo de la enfermedad puede posibilitar que las parejas aprendan a negociar y a mantener una comunicación abierta que favorezca el entendimiento mutuo, así como por el contrario, en el caso de que la relación ya venga con algunos problemas previos, puede empeorarlos y generar más conflictos.

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Por otra parte, un punto importante dentro de la relación de pareja es el interés sexual, en donde algunos de los pacientes reportan sentir una disminución, ya sea por los medicamentos que se están tomando, o por la sensación constante de dolor, lo que, al momento de que sus parejas insistan en mantener las relaciones sexuales, puede hacer sentir culpa y así aumentar el dolor (Sanabria & Gers, 2019). Lo más importante de este aspecto es encontrar un punto medio en donde ambas partes se sientan cómodas y puedan comunicar lo que desean y esperan de la relación sexual, entendiendo además que las condiciones físicas pueden ser distintas.

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Algunos consejos para fortalecer la relación en el proceso de adaptación de la enfermedad son:

  • Habla con tu pareja sobre cómo vives la enfermedad. Es importante que entienda que no estás inventando esto (como muchos creen y te lo dicen), sino que es algo que te está pasando verdaderamente.
  • Sigue sacando espacios para estar a solas con tu pareja. Tengan una cita, cena con él / ella, vean una película o hagan algo que solían hacer, pero no pierdan de vista que siguen siendo una pareja. Pueden buscar nuevos espacios para estar juntos y que se acomoden a las nuevas condiciones que tienen.
  • Negocia con tu pareja y habla con él / ella. Es importante que la comunicación siga fluyendo y que no se centre únicamente en la enfermedad; negocien también lo que esperan a futuro, lo que planean hacer el día de mañana o incluso el mismo día de hoy.
  • Si no eres capaz de hacer algo porque tu dolor es muy fuerte, entonces díselo a tu familia. Es normal no tener las fuerzas en algunas ocasiones y es posible que tu pareja y tu familia lo comprendan.
  • Entiende que tu pareja también se está adaptando a tu nueva condición de salud y eso genera estrés en ambos. Hablen sobre lo que está sucediendo y busquen soluciones creativas.
  • Los actos de cariño como una caricia, un abrazo o un beso sincero son importantes dentro de la pareja y ayudan a liberar endorfinas, que son analgésicos naturales que produce el cuerpo cuando estamos felices.
  • Está bien mostrarnos vulnerables. No todos los días nos levantamos con la misma fuerza y energía.
  • Si sientes que te están sobreprotegiendo y no te gusta, díselo a tu pareja. Es importante que expreses lo que sientes y que hagas lo que consideres que eres capaz.
  • Tu cuerpo no solo es un instrumento que siente dolor, sino que también puede sentir placer. Habla con tu pareja cuando te sientas bien y en capacidad de tener relaciones sexuales, que siempre sean consensuadas y explícale cuando el dolor no te deja o no tienes deseos en ese momento.
  • El dolor no debe ser el centro de tu vida. Busca y aprovecha de otros aspectos que te hagan feliz y que te sirvan para seguir adelante. 

Elaborado por:

Sara Gutiérrez Tamayo, Psicóloga

Referencias

Armentor, J. L. (2017). Living with a contested, stigmatized illness: Experiences of managing relationships among women with fibromyalgia. Qua­litative Health Research, 27, 462-473. https://doi.org/10.1177/1049732315620160

Ataoğlu, S., Ankaralı, H., Ankaralı, S., Ataoğlu, B. B., & Ölmez, S. B. (2017). Quality of life in fibromyalgia, osteoarthritis and rheumatoid arthritis patients: Comparison of different scales. The Egyptian Rheu­matologist, 40, 203-208. https://doi.org/10.1016/j. ejr.2017.09.007

Biccheri1, E., Roussiau, N., & Mambet, C. (2016). Fi­bromyalgia, spirituality, coping and quality of life. Journal of Religion and Health, 55, 1189-1197. https://doi.org/10.1007/s10943-016-0216-9

Del Pozo, J., Alfonso, R. M., Castillo, A., Sanudo, B., Nolan, P., & Pozo-Cruz, B. (2015). Depression symptoms are associated with key health outcomes in women with fibromyalgia: A cross‐sectional study. International Journal of Rheumatic Diseases, 20, 798-808. https://doi.org/10.1111/1756-185X.12564

Jiménez, T. M., Fernández, C., Hernández, J. M., Correa, M., Antequera, L. H., & Granero, J. (2017). Perceptions about the sexuality of women with fibromyalgia syndrome: A phenomenological study. Journal of Advanced Nursing, 73, 1646-1656. https://doi.org/10.1111/jan.13262

Muller, V., Chiu, C. Y., Tang, X., Eagle, D., Peebles, M. C., Iwanaga, K., … & Brooks, J. (2017). Association of employment, health, and well-being in people with fibromyalgia. Journal of Rehabilitation, 83, 37-43.

Sanabria, J. P., & Gers, M. (2019). Repercusiones del dolor crónico en las dinámicas de pareja: perspectivas de mujeres con fibromialgia. Revista Colombiana de Psicología, 28, 47-61. https://doi.org/10.15446/rcp.v28n2.71021

Söderberg, S., & Lundman, B. (2001). Transitions experienced by women with fibromyalgia. Health Care for Women International, 22, 617-631. https://doi.org/10.1080/07399330127169

Wolfe, F., Clauw, D. J., Fitzcharles, M. A., Goldenberg, D. L., Katz, R. S., Mease, P., … & Yunus, M. B. (2010). The American College of Rheumatology preliminary diagnostic criteria for fibromyalgia and measurement of symptom severity. Arthritis Care & Research, 62, 600-610. https://doi.org/10.1002/acr.20140

2021-02-19T10:07:10-05:00