¿Qué es la fibromialgia y qué la produce?

Además del dolor, esta enfermedad puede ocasionar rigidez generalizada y sensación de inflamación sobre todo en manos y pies.

La fibromialgia, es una enfermedad que se caracteriza por dolor musculo-esquelético, crónico, generalizado y que en algunas ocasiones puede ser incapacitante, que afecta, principalmente al sexo femenino a una proporción de 9:1 con respecto al masculino.

Hace parte de las patologías asociadas al  síndrome de sensibilización central, o SSC, categoría en la que también se incluyen otras enfermedades como la fatiga crónica, la cefalea tensional o migrañosa, los trastornos de articulación temporo-mandibular y el colon irritable. Todas tienen en común que se produce la disminución del umbral sensitivo, y, en consecuencia, la percepción de los estímulos sufre una alteración percibiendo proporcionalmente más dolor ante los estímulos externos.

Como lo mencionamos antes, la fibromialgia es más común en las mujeres, aunque también la pueden padecer los hombres. Generalmente comienza en la edad adulta media, pero puede aparecer en la adolescencia y a edad avanzada. Están más expuestas a padecer fibromialgia las personas que sufren alguna enfermedad reumática (un problema de salud que afecta las articulaciones, los músculos y los huesos), tales  como artrosislupusartritis reumatoide o espondilitis anquilosante.

¿Qué produce la fibromialgia?

 Una de las teorías recientes más aceptadas es la que compromete al sistema nervioso central

 El cuerpo humano tiene mecanismos que lo protegen habitualmente controlando endógenamente el dolor, si no existiesen estos mecanismos, seríamos conscientes constantemente de nuestro organismo, de nuestros músculos y articulaciones, sin dejar de sentir el dolor lesivo causado por agentes externos tal como el fuego, los golpes, los objetos corto punzantes, esto nos sirve como mecanismo de protección alejándonos del agente causal que propicia este dolor. Se considera que en las personas afectadas de fibromialgia, estos mecanismos tienen un funcionamiento anormal, lo que provoca un incremento en la percepción del dolor incluso a estímulos que no deberían ser dolorosos.

Una pequeña sobrecarga en una parte del cuerpo es suficiente para notar sensaciones dolorosas. Así pues, nos encontramos ante un trastorno del sistema nervioso; concretamente, de los mecanismos que procesan los estímulos dolorosos, que da lugar a un umbral del dolor extremadamente bajo.

Síntomas de la fibromialgia

La fibromialgia presenta algunos síntomas muy claros y fáciles de identificar:

– Sensación de fatiga.  Es el síntoma más común y se produce incluso cuando el enfermo ha podido dormir o descansar muchas horas. Además, en muchos de estos enfermos se detecta también algún trastorno del sueño, como la apnea.

– Dolor constante. Otro síntoma muy común en los enfermos de fibromialgia es el dolor continuo que se siente en prácticamente en  todo el cuerpo.

– Problemas de concentración. La fibromialgia dificulta las habilidades cognitivas, como por ejemplo la capacidad de atención y de concentración.

– Dolor de cabeza. Es muy común sufrir migrañas o dolores de cabeza frecuentes que deben tener su propio tratamiento.

– Síndrome de intestino irritable. Es otra de las afecciones que muchas veces están asociadas a la fibromialgia.

– Insomnio. El dolor crónico y las depresiones con que se acompaña la fibromialgia pueden incidir en los constantes problemas de sueño que desarrollan los pacientes. Esto, a su vez, empeora el pronóstico general de la enfermedad.

– Ansiedad y tristeza, derivadas de la incapacidad para llevar una vida normal.

En ocasiones, la fibromialgia se confunde con el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) por compartir algunos síntomas similares, sin embargo, mientras que la fibromialgia es una enfermedad reumática, el SFC se refiere a fatiga física y mental.

Aunque la fibromialgia no  tiene una cura definitiva,  existen tratamientos desde la medicina tradicional y alternativa, sin olvidar la parte psicológica,  que permiten sobrellevar los fuertes dolores y la sintomatología asociada. La acupuntura, la terapia neural y los sueros endovenosos son muy  recomendados, además, es vital contar con un acompañamiento psicológico para tratar de minimizar los trastornos que afectan de forma clara la vida de los pacientes: estado de ánimo, relaciones interpersonales, nivel de actividad, entre otros.

Si quieres una orientación más amplia, consulta con nosotros. En Cedofi somos expertos en el manejo del dolor y la fibromialgia.