Manejo del dolor en enfermedades reumatológicas como Artritis, Lupus, espondiloartrosis y síndrome de Sjogren

El dolor articular o en la columna es uno de los síntomas iniciales de la mayoría de enfermedades reumatológicas. La artritis, por ejemplo, se sospecha en pacientes que inician con dolor en las articulaciones de los dedos de las manos y se caracteriza por ser simétrico y bilateral. El dolor, es entonces la llamada de alerta que nos da el cuerpo y que nos debe llevar a tomar acciones inmediatas como consultar con el medico de familia o el especialista.

Muchos dolores pueden manejarse fácilmente e incluso, solo requieren de tiempo o de una simple pastilla para mejorar por si solos; sin embargo, en el caso de los dolores asociados a enfermedades reumatológicas como la artritis o el lupus, el dolor puede ser un marcador clínico que nos dice que tan avanzado o que tan efectivo esta siendo el tratamiento de la enfermedad.

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Por eso, encontramos múltiples estudios que nos hablan de los medicamentos más apropiados para el manejo del dolor en estos pacientes que en la mayoría de los casos pueden ser manejados por el especialista en reumatología. Sin embargo, en algunos casos especiales, el reumatólogo o especialista tratante debe apoyarse de un especialista en dolor para que en conjunto definan el mejor manejo del paciente. No debemos olvidar que en el caso de las enfermedades reumatológicas, algunos órganos esenciales en el metabolismo de los analgésicos pueden verse afectados no solo por la enfermedad en sí, sino también por el uso de los medicamentos que usamos para el control de estas enfermedades autoinmunes.

Es así como el especialista en dolor, debe valerse no solo de los medicamentos tradicionales sino también de terapias alternativas, psicoterapia e incluso medicamentos homeopáticos o medicina tradicional China, para controlar dolores que no pueden ser manejados con los medicamentos habituales.

En las enfermedades reumatológicas, aproximadamente un 40% de los pacientes manifiestan un control insatisfactorio de su dolor. Así mismo, el dolor crónico propio de muchos de los procesos reumatológicos no posee la función biológica de defensa que identifica al dolor agudo.

Desde lo psicológico, la importancia del dolor crónico como un problema clínico resulta nuevo. En este sentido, la atención del dolor como problema en sí mismo, más allá de su carácter diagnóstico para un sinfín de enfermedades, tiene su origen en la década de los setentas y apenas ahora se viene considerando su importancia en el área de psicología.

La psicología viene a auxiliar a la medicina, a la anestesiología y a la neurología esencialmente, para ayudar a manifestar e intervenir sobre las consecuencias perceptivas singulares del dolor y su impacto psicosocial.

Los diferentes tipos de personalidad en los casos de dolores crónicos en pacientes con enfermedades reumatológicas influyen en la forma en que los pacientes afrontan la enfermedad y sus síntomas, o sea, la personalidad del paciente modifica la experiencia de dolor y su vivencia. Dichos enfoques intervienen en el resultado terapéutico final, los tratamientos e incluso los fracasos que enfrenta el médico tratante. Es así como en CEDOFI entendimos que el manejo interdisciplinario e individualizado, hace la diferencia.

El tratamiento del dolor crónico en el paciente reumatológico es un desafío, especialmente en la población adulta mayor, esto debido al incremento del síntoma dolor con la edad y limitaciones terapéuticas para atenuar el dolor.

En la mayoría de los pacientes con enfermedades reumatológicas, se consigue un adecuado control del dolor; sin embargo, algunos pacientes no consiguen un favorable nivel de adaptación, pues desde el enfoque emocional estos casos no consiguen asimilar un nuevo contexto impuesto por el padecimiento y la adaptación que supone convivir con estas enfermedades. Estos pacientes se ven abrumados ante la enfermedad y sus secuelas, dejando que su patología los sobrepase y domine psicológicamente, y por ende no adquieren una actitud de enfrentamiento, ni adoptan medidas para enfrentar la situación. Es en ese punto que la psicología y el trabajo interdisciplinario cobran mayor importancia.

El carácter del manejo del dolor es multifactorial, por ende, requiere de intervenciones multifactoriales complejas para perfeccionar el tratamiento apropiado. Por eso en CEDOFI incluimos no solo el manejo por algesiologos con gran experiencia sino también psicólogos y médicos especialistas en terapias alternativas que desde una mirada holística e individualizada de los pacientes, abordan el dolor de forma integral.