Volver a la verdad con el COVID-19

Parte III. COVID – 19 y fibromialgia

En la práctica clínica muchos pacientes me han preguntado si existe una mayor predisposición de los pacientes que padecen Fibromialgia a infectarse con COVID 19, lo que me motivó a revisar la literatura disponible hasta la fecha y evitar responder solamente con los conocimientos ya adquiridos.

Dada la novedad de este virus y la poca literatura disponible acerca de la fisiopatología de la infección por COVID 19 y al desconocerse su relación con enfermedades crónicas, no es posible realizar afirmaciones al respecto, ni mucho menos comprometerme con las mismas, ya que este es un virus de reciente afectación a nuestra especie el cual apenas estamos conociendo y estudiando.

Leer más: Volver a la verdad con el COVID-19

Sabemos que el nuevo Coronavirus causa una Infección Respiratoria Aguda (IRA), es decir, una gripa que puede ser leve, moderada o severa donde algunos de los síntomas son: fiebre, tos, mocos, malestar general, dolor poli articular y muscular; además, algunos pacientes pueden presentar diversos grados de dificultad respiratoria.

Cualquier persona puede infectarse, independientemente de su edad, sexo o raza, pero hasta el momento se han registrado relativamente pocos casos de enfermedad por COVID-19 en niños.

La enfermedad es mortal en raras ocasiones y por ahora la mayoría de las víctimas mortales han sido personas de edad avanzada y/o que ya padecían una enfermedad crónica como cardiopatías, diabetes, asma o hipertensión arterial.

Los casos graves se caracterizan por neumonía, síndrome de dificultad respiratoria aguda, insuficiencia respiratoria con posterior falla orgánica multisistémica y en algunos casos sepsis​ y choque séptico con un desenlace fatal en aproximadamente un 3% de los pacientes infectados.

Por otro lado, NO se ha demostrado hasta la fecha ningún tipo de deficiencia en el sistema inmunitario “per se” en pacientes con Fibromialgia que los hagan más susceptibles a las infecciones, como tampoco, una mayor gravedad desde el punto de vista fisio-anatomopatológico de los cambios relacionados con las mismas, y su pronóstico.

Encontramos todo lo contrario en algunos estudios que hablan del aumento de la liberación de sustancias proinflamatorias como las citoquinas, alimentando la teoría autoinmune de la enfermedad.

Lo que sí es muy probable es la magnificación de la sintomatología con el consecuente aumento del malestar, dolor generalizado y fatiga crónica; ya que la fibromialgia es clasificada dentro del síndrome de amplificación o sensibilización central donde el sistema nervioso central tiene una mayor sensibilidad a los estímulos entre ellos los dolorosos, de manera que se puede sentir dolor a estímulos que normalmente no deberían producirlo.

Leer más: No somos héroes: volver a la verdad con el COVID-19 Parte II

Sin embargo, teniendo en cuenta que hay varios tipos de fibromialgia, entre ellas la tipo II (Fibromialgia concomitante o secundaria a enfermedad sistémica, principalmente reumática) que puede estar asociada a enfermedades tipo LUPUS, artritis reumatoidea, síndrome de Sjogren, entre otras, con posible compromiso de órganos y sistemas; SÍ podemos suponer un mayor peligro luego del contagio por COVID 19 y un desenlace menos favorable dependiendo del tipo, grado y estadío de patología asociada.

Es bien conocido que el estrés y la depresión pueden alterar el sistema inmunitario (Inmunodepresión) haciendo que este grupo de pacientes puedan presentar una capacidad de respuesta menos eficaz cuando se exponen a cualquier infección ya sea viral, bacteriana o por hongos y una menor capacidad para enfrentar la enfermedad, influyendo en su recuperación.

Aproximadamente un 30% de los pacientes con Fibromialgia cursa con ansiedad y/o depresión. Además, teniendo en cuenta que la Fibromialgia tipo III se relaciona con enfermedad psiquiátrica, posiblemente estos pacientes pueden tener una mayor probabilidad de contagio al exponerse al virus y tal vez, una enfermedad más agresiva.

Es importante tener en cuenta a los pacientes con enfermedades reumáticas que reciben tratamientos biológicos o con fármacos inmunosupresores que, razonablemente, algunos reumatólogos los han clasificados como un grupo de riesgo para desarrollar formas más graves de la enfermedad causada por el coronavirus

El nuevo Coronavirus (COVID-19) ha sido catalogado por la Organización Mundial de la Salud como una pandemia y a su vez una emergencia en salud pública de importancia internacional que hay que tomar muy en serio y contra la cual debemos luchar unidos con todas nuestras fuerzas.

En este sentido, el compromiso de la comunidad es de vital importancia para la contención de la pandemia ya que hasta la fecha no existe vacuna ni tratamiento curativo estandarizado, solo contamos con medidas para controlar la sintomatología y prevenir posibles complicaciones.

En conclusión, con las herramientas disponibles desde el punto de vista científico y en lo que respecta a literatura médica con las que contamos hoy día, puedo concluir que la fibromialgia “per se” no predispone una sensibilidad mayor a ser contagiado por infecciones ni una mayor gravedad de la enfermedad.

Sin embargo, el estrés, la depresión, las enfermedades sistémicas y psiquiátricas sí pueden ser factores predisponentes a la inmunodepresión y, consecuentemente, propender a una mayor probabilidad de contagio y padecimiento de una infección probablemente más agresiva.

Por lo tanto, además de las medidas recomendadas para contener la propagación del COVI- 19 me atrevo a adicionar las siguientes, más específicas para los pacientes con fibromialgia.

Medidas recomendadas para pacientes con Fibromialgia:

Mantener una óptima salud mental, practicar actividad física tipo caminata y estiramientos dentro de la casa, mantenerse ocupado en actividades lúdicas o en estudios de áreas que te proporcionen placer, evitar situaciones y personas “tóxicas” cerca de ti , realizar manualidades y actividades artísticas (No necesitas ser un gran artista para hacer tu obra de arte personal ),no pensar demasiado en situaciones que no puedes solucionar de manera inmediata ya que todos estamos en la misma posición que tú; todos tenemos dificultades, deudas y disminución de los ingresos en este período debido a la cuarentena por la pandemia.

Mantén tus enfermedades crónicas controladas con el seguimiento médico pertinente, aprovechando las alternativas que la vida moderna te ofrece tal como la telemedicina y consultas por video llamadas.

A pesar de no poder llevarse a cabo un adecuado examen físico, se puede evaluar el estado del paciente con la anamnesis y observar la evolución de la enfermedad pudiendo renovar y optimizar el tratamiento farmacológico con una mayor seguridad, minimizando el riesgo de contagio.

Te sugiero evitar al máximo visitar las urgencias y solo hacerlo por real y extrema necesidad. Tomar este periodo de recogimiento en tu hogar para recuperar las buenas relaciones familiares y solucionar problemas dándole la mejor salida posible, reencontrándote con tus seres queridos. Nutre tu espiritualidad (Nada tiene que ver con religiosidad) y fortalece tu amor propio.

Medidas generales oficiales sugeridas por el Ministerio de Salud Nacional

Asumir con seriedad las pautas de autocuidado y responsabilidad por el estado de salud individual y ofrecer información clara, completa, veraz y oportuna, a las entidades competentes, sobre las condiciones de salud que deban ser notificadas.

Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón por 20 segundos. Especialmente antes y después del uso del transporte público, visitas a cafeterías, auditorios, aulas, recintos públicos y baños.

Según el Ministerio de Salud, esta práctica reduce en un 50% el riesgo de contagio. Si no cuenta con agua ni jabón, usar un desinfectante de manos que contenga por lo menos un 60% de alcohol

  • Evitar los saludos de beso, abrazo o de mano.
  • Mantener las aulas y espacios de trabajo ventilados, limpios, iluminados y libres de humo.
  • Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
  • Estornudar o toser cubriéndose la nariz y la boca con el antebrazo o usando un pañuelo desechable.
  • Limpiar y desinfectar los objetos y las superficies de uso frecuente.
    No usar los equipos de oficina, computadoras, teléfonos y otros equipos de los compañeros.

Dr Alberto Enrique Ramírez García
MD especialista en Anestesiología
Especialista en Dolor y cuidado Paliativo
Maestría en el tratamiento del dolor y en Fibromialgia
Posgrado Experto en Fibromialgia

2024-05-10T10:42:26-05:00