Manejo de las emociones ante el diagnóstico 

Antes de que realmente conozcamos qué es lo que tenemos, pasamos por un periodo de confusión donde comenzamos a cuestionarnos sobre todo lo que estamos sintiendo. Muchas veces incluso, antes de ser diagnosticadas/os con fibromialgia, pasamos por otros diagnósticos y tratamientos que no son claros.

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Todo este proceso siempre nos llena de sentimientos de ansiedad e incluso depresión, el estrés aumenta al no saber qué es lo que está sucediendo y pueden llegar a ocurrir problemas dentro de nuestra familia, en el trabajo o con nuestros amigos, pues ellos tampoco saben qué es lo que está sucediendo con nosotros. Esto genera algo similar a una angustia extrema frente el “no saber”.

Después del diagnóstico

Cuando ya logramos llegar al diagnóstico como tal de fibromialgia, al inicio puede que nos dé un respiro y un aire de tranquilidad por saber qué es lo que tenemos, pero al escuchar lo que es, que puede empeorar, que vamos a tener dolor en todo el cuerpo y que debemos seguir esforzándonos para mejorar, puede que no quede mucha tranquilidad de saber ya qué es lo que tenemos.

En cambio, se puede experimentar un estado de shock frente al diagnóstico, que igual nos puede volver a traer confusión, momentos de depresión y ansiedad, aumentarse el estrés y crear problemas laborales, familiares y sociales, algo muy parecido a lo que teníamos antes de saber qué teníamos.

¿Qué podemos hacer frente a esto?

Lo primero y más importante es entender que la enfermedad hace parte de un proceso biopsicosocial, es decir, que no se puede separar el cuerpo de la mente y el ambiente.

Siempre van a tener interconexión estos tres aspectos y, por lo tanto, lo que suceda en uno puede afectar a los otros dos.

Posteriormente, es bueno hablar con profesionales en el tema que te expliquen adecuadamente la condición que sufres, así como descargar esos sentimientos de frustración, angustia, estrés y depresión en un profesional de la salud mental que te ayude a entender mejor cómo puedes sobrellevar esta nueva experiencia en tu vida.

Desde la psicología se concibe que tanto los pensamientos, como las emociones y las conductas van a estar interrelacionadas, y que están en constante interacción con lo que sucede en tu cotidianidad.

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Es importante entender que ir al psicólogo o al psiquiatra no es como muchos piensan que es solo para los locos, o que te van a leer la mente, pues en realidad te sirve es para ayudarte a entender un poco más lo que estás viviendo y crear estrategias conjuntas para resolver problemas de la vida diaria. Ir al psicólogo es cuidar tu salud mental.

Finalmente, es necesario que comprendas que este proceso lo estás viviendo en compañía de otros, ya sea tu familia, pareja, amigos o incluso los médicos especialistas que te están atendiendo. El compromiso para la mejoría es de todos.

Elaborado por:

Sara Gutiérrez Tamayo, Psicóloga

2021-02-19T10:07:10-05:00