La alimentación puede ser una poderosa aliada en el manejo de la fibromialgia. Aunque esta condición no tiene cura, adoptar una dieta antiinflamatoria puede ayudar a reducir los síntomas, mejorar los niveles de energía y, en general, aumentar la calidad de vida. Cada cuerpo reacciona de manera diferente, pero ciertos alimentos tienen el potencial de aliviar o agravar la inflamación y el dolor crónico.
La relación entre alimentación e inflamación
En las personas con fibromialgia, el cuerpo puede presentar una respuesta inflamatoria exagerada a ciertos estímulos. Aunque esta inflamación no siempre es visible en pruebas médicas tradicionales, sí puede manifestarse como dolor muscular, fatiga, niebla mental o malestar digestivo. Por eso, llevar una dieta rica en alimentos naturales, antioxidantes y nutrientes antiinflamatorios puede hacer una diferencia significativa.
Alimentos recomendados
- Frutas y verduras frescas
Son la base de toda dieta antiinflamatoria. Aportan antioxidantes, vitaminas y minerales esenciales. Se recomienda incluir:
- Espinaca, brócoli, col rizada, zanahoria
- Frutas rojas como arándanos, fresas y cerezas
- Aguacate, excelente fuente de grasas saludables
- Pescados grasos
El salmón, la trucha y las sardinas contienen ácidos grasos omega-3, conocidos por su acción antiinflamatoria. Se recomienda consumirlos 2-3 veces por semana.
- Frutos secos y semillas
Las nueces, almendras, semillas de chía y linaza son ricas en grasas buenas, fibra y proteínas vegetales. También ayudan a mantener la energía estable a lo largo del día.
- Cereales integrales
Avena, quínoa, arroz integral y cebada son buenas opciones. Aportan fibra y ayudan a regular el azúcar en la sangre, evitando los picos de fatiga.
- Especias naturales
El jengibre y la cúrcuma tienen propiedades antiinflamatorias comprobadas. Se pueden incluir en infusiones, comidas o batidos.
- Agua e infusiones sin cafeína
La hidratación es clave para mantener el cuerpo funcionando adecuadamente. Infusiones como la manzanilla o el té de menta pueden ser calmantes.
Alimentos que deberías evitar
- Azúcar refinada y dulces procesados
El exceso de azúcar puede potenciar la inflamación y generar altibajos en el estado de ánimo y la energía. Limita productos como gaseosas, postres industriales y cereales azucarados.
- Alimentos ultra procesados
Comidas rápidas, embutidos, snacks de paquete y productos empacados suelen contener grasas trans, conservantes y aditivos que sobrecargan el cuerpo.
- Exceso de sal
El sodio en grandes cantidades puede retener líquidos y generar inflamación. Revisa las etiquetas y elige versiones bajas en sodio.
- Carnes rojas y embutidos
El consumo frecuente de carne roja puede promover procesos inflamatorios. Lo ideal es reducir su ingesta o reemplazarla por fuentes vegetales o pescado.
- Lácteos enteros
Algunas personas con fibromialgia reportan mejoría al eliminar o reducir el consumo de leche, queso y crema. En estos casos, puede optarse por alternativas vegetales como leche de almendras o avena.
- Cafeína y alcohol
Ambos pueden alterar el sueño y el sistema nervioso. Moderarlos —o evitarlos del todo— puede ayudar a reducir la fatiga y el insomnio.
Consejos para mantener la constancia
- Planifica tus comidas semanales para evitar recurrir a alimentos procesados.
- Lleva un diario de alimentos para identificar qué te cae bien o mal.
- Haz cambios progresivos, no drásticos. La clave está en la constancia.
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